El kirchnerismo busca evitar que la oposición se una para sesionar y le quite el control del Senado

Congreso 28 de marzo de 2023
El Frente de Todos está dispuesto a consensuar un temario, por primera vez en casi dos años, para evitar que Juntos por el Cambio y los peronistas de Unidad Federal abran el recinto sin el oficialismo

En una carrera contrarreloj, el Frente de Todos busca evitar que los bloques de Juntos por el Cambio y de los peronistas disidentes de Unidad Federal cierren un acuerdo que les permita abrir el recinto del Senado con un temario acordado sin la participación del oficialismo. La jugada implicaría un duro golpe político a Cristina Kirchner, ya que dejaría expuesto que la vicepresidenta perdió el control de la Cámara alta.

Después de casi dos años convocando a sesiones especiales, es decir con el temario fijado de antemano e impuesto por el oficialismo, el bloque del Frente de Todos, que preside José Mayans (Formosa), quiere a llamar a reunión de Labor Parlamentaria, para que los jefes de las distintas bancadas se pongan de acuerdo sobre los proyectos a tratar en el recinto.

La reunión sería este miércoles, según confío Mayans a LA NACION, y no contará con la presencia de Cristina Kirchner, quien se encuentra a cargo del Poder Ejecutivo hasta el regreso de Alberto Fernández de la gira por el exterior que terminará este jueves con una entrevista con su par norteamericano, Joe Biden. El lugar de la vicepresidenta lo ocupará la presidenta provisional del Senado, la oficialista Claudia Ledesma Abdala (Santiago del Estero).

La convocatoria a reunión de Labor Parlamentaria es el último recurso que le queda al oficialismo para evitar una derrota absoluta en el Senado. De hecho, según confiaron fuentes legislativas a LA NACION, la unidad opositora está muy cerca de concretarse con la mira puesta en el próximo jueves, a las 14, con una sesión especial pedida por Juntos por el Cambio para darle acuerdo a seis pliegos judiciales que se encuentran cajoneados por el oficialismo desde hace seis meses -tres de Rosario y otros tantos de Córdoba-, y sancionar la denominada “Ley Lucio”.

El temario es casi igual al impulsado por Unidad Federal en otra sesión especial que la bancada que preside el exoficialista Guillermo Snopek (Jujuy) había pedido para un día antes, es decir, para este miércoles.

La única diferencia es un proyecto sobre tarifas eléctricas del entrerriano Edgardo Kueider, uno de los cuatro legisladores que abandonó el Frente de Todos en febrero y dejó al oficialismo con 31 senadores y muy lejos del quórum propio. La iniciativa no tiene dictamen, por lo que tiene pocas chances de prosperar, razón por la cual no sería impedimento para que Juntos por el Cambio y Unidad Federal puedan unir fuerzas.

Si los cinco peronistas disidentes se juntan con los 33 senadores que responden a la principal coalición opositora, tendrían el número suficiente para alcanzar el quórum (37 presentes) y para aprobar los proyectos aún cuando el oficialismo se oponga.

Para tratar de apaciguar la derrota política, el oficialismo pedirá una reunión de Labor Parlamentaria para este miércoles para ampliar el temario. La cita a los jefes de bloque todavía no es oficial, pero Mayans confirmó su intención en diálogo con LA NACION.

Antes, este martes, el Frente de Todos celebrará una reunión de bloque en la que se analizarán los temas que pretende el kirchnerismo incluir en una sesión consensuada con todos los bloques de la Cámara alta.

Los proyectos en gateras
En la lista que impulsaría el oficialismo se incluyen los más de treinta pliegos judiciales que tienen dictamen de la Comisión de Acuerdos desde septiembre del año pasado y que el kirchnerismo mantiene cajoneados por diferentes razones. Además, incluirían un proyecto de incentivos fiscales para proyectos tecnológicos y ascensos militares.

Más allá de que hay una clara intención de terminar con los cuatro meses sin sesiones que acumula el Senado (la última reunión para discutir proyectos fue el 16 de noviembre), el clima del encuentro de jefes de bancada promete ser tenso debido al cruce de reproches entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que se acusan mutuamente de la parálisis que afecta a la Cámara alta.

“La oposición tenía la directiva de no sesionar hasta que se termine el tema del juicio a los miembros de la Corte, su estrategia es que el Congreso no funcione, una estrategia de una dictadura”, denunció Mayans el último fin de semana.

Desde Juntos por el Cambio acusan a Cristina Kirchner de haber provocado el cierre del Senado por su embestida contra el Poder Judicial, con jugadas como el juicio político a la Corte o el plan de ampliación del máximo tribunal a 15 miembros.

En el peronismo disidente tampoco hay buen clima con el oficialismo. La decisión del Frente de Todos de tratar de acordar, hace dos semanas, una sesión con Juntos por el Cambio no cayó para nada bien. “No nos tuvieron en cuenta, nos quisieron puentear”, se quejó un senador de Unidad Federal.

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