Administración fraudulenta de la CAB: Germán Vaccaro aceptó su culpabilidad y deberá pagar 80 mil dólares

La Pampa 24 de noviembre de 2022
Fue la máxima autoridad de la Confederación durante seis años. Logró acceder a una probation y no podrá volver a ejercer un cargo en el organismo nunca más.

La Confederación Argentina de Básquetbol informó que, en el marco del proceso penal tramitado contra el señor Germán Vaccaro, en el ámbito de la justicia penal federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el delito de administración fraudulenta, el tribunal oral interviniente resolvió suspender el proceso a prueba por el plazo de tres años.

“Se impuso al señor Vaccaro, quien aceptó su culpabilidad, el pago de la suma de USD 80.000 a la CAB en concepto de reparación por el daño causado. Esta cifra surge a partir de las pericias que constan en los expedientes. Además, quedará inhabilitado de forma perpetua para ejercer cargos en la CAB o en el ámbito de sus afiliadas”, comunicó la entidad con sede en la Capital Federal esta mañana.

“La CAB promovió la causa constituyéndose como querellante en 2016 con el patrocinio letrado de la Dra. Viviana García Sierra quien se mantuvo en dicha condición hasta la culminación del proceso penal”, agregaron.

Vaccaro fue presidente de la casa madre del básquet argentino por 6 años, entre 2008 y 2014, cuando renunció en medio de su segundo período por las denuncias de jugadores de la Generación Dorada que aún vestían la camiseta albiceleste, que estaba en la puerta de jugar un nuevo Mundial, aquella vez en España.

“La deuda nuestra no tiene importancia, ya la han reconocido, pero no es el principal motivo. Nosotros luchamos por los 200.000 federados que tiene el básquet, la gente a la que se le debe plata (lavandería, hoteles, agencias de viajes), la gente que trabaja para el equipo, entre otras cosas más que pasan”, había declarado Luis Scola en conferencia de prensa en julio de 2014.

Cuando explotó la bomba
El ex titular de la CAB, Germán Vaccaro, renunció a su cargo en abril de 2014 envuelto en una crisis institucional insostenible. Había sido elegido para la presidencia en 2008 y reeligió en 2012, antes había sido vicepresidente durante 16 años.

Si bien adujo "motivos personales", se cree que la presión de los jugadores de la Selección Mayor y el pedido de una auditoría tanto interna como externa fue determinante. Aquel escándalo derivó en una investigación y una intervención.

"Mi renuncia se debió cuestiones familiares tal como lo dije en su momento (...) Luego se sucedieron hechos (...) que lamento muchísimo en virtud de que perjudican la imagen de nuestro básquet; muchos vinculados a mi persona, hechos que no voy a aclarar en este momento en forma individual, ya que en su momento a través de los organismos administrativos y/o judiciales serán aclarados oportunamente. Lo que sí debo aclarar (es) que los rechazo a todos aquellos que exceden lo meramente administrativos, por falaces e improcedentes", declaró Vaccaro a través de una carta que envió a los medios de comunicación.

Los integrantes de la Generación Dorada tomaron la palabra para denunciar una serie de irregularidades que afectaban a la organización más importante del básquetbol nacional. Y el escándalo creció aún más. 

En la previa del Mundial de España, el 25 de junio de 2014, Manu Ginóbili, Luis Scola, Germán Delfino y Pablo Prigioni (hoy DT de la Selección Mayor), entre otros, se sentaron en una conferencia de prensa en la UADE que dejó expuesta a las autoridades a la vez que se pidió por una auditoría externa e interna.

Los basquetbolistas más exitosos de la historia argentina echaron a la luz la parte oscura de un proceso que llevó al país a estar en las tapas de todo mundo por los logros conseguidos.

“Nosotros pedimos un cambio profundo, no solo en lo personal, sino también en el manejo institucional de la CAB. Es importante, es necesario, hay que hacerlo ahora mismo. No buscamos el beneficio personal. La deuda nuestra no tiene casi importancia con lo que estamos pidiendo. La deuda existe, la han reconocido y en algún momento se hablará. Pero no es el principal motivo, nosotros luchamos por 200.000 federados que tiene el básquet, luchamos por los pequeños deudores que tiene la CAB, la gente a la que se le debe plata como lavandería, como asistencia a los departamentos, las agencias de viajes, los empleados, la gente que trabaja para el equipo. Todo eso es más importante que la deuda nuestra, no está en las prioridades”, sentenció Luis Scola que meses después llegó a poner en duda su participación en el certamen mundialista, algo que finalmente se evitó.

En agosto de aquel año el Gobierno Nacional decidió intervenir la CAB designando a Federico Susbielles a pocos días del inicio del Mundial. La auditoría arrojó una deuda pública de más de 33 millones de pesos, aún con balances positivos aprobados, desaparición de documentos, medallas, camisetas y hasta el trofeo de campeón del Mundial 1950.

Tuvieron que pasar varios años. Son los tiempos de la Justicia que parecen ir en paralelo a la realidad. En agosto de 2019 Germán Vaccaro fue procesado por el Juzgado Criminal y Correccional Federal n° 5 a cargo de la Dra. María Eugenia Capuchetti por el delito de administración infiel en perjuicio de la Confederación Argentina de Básquetbol, agravado por haberse cometido además en perjuicio de la administración pública. Además, el ex titular de la CAB fue embargado sobre sus bienes por 10 millones de pesos.

Esta mañana la resolución del tribunal fue la de suspender el juicio a prueba por el plazo de tres años luego de que Vaccaro acepte pagar 80 mil dólares a la CAB en concepto de reparación por el daño causado y de quedar inhabilitado para ejercer de forma perpetua para ejercer cargos en la CAB o en sus afiliadas.

"La suspensión del juicio a prueba, o probation, es una medida alternativa donde se evita el proceso judicial y la persona queda sujeta a la no comisión de un nuevo delito o la reparación de los daños en la medida ofrecida", le explica a Clarín la Dra. Florencia Toretti. 

La letrada, agrega en su análisis: "En este caso, la pena por la que está acusado el imputado no debe superar los tres años para acceder al juicio a prueba. Es una figura penal que permite evitar el juicio y descomprimir el sistema judicial a la vez que mantiene firme el principio de inocencia sobre el imputado".

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